QUERIDOS ESTUDIANTES:
Hoy me despido de ustedes y de mis gratas funciones de Profesora y Rectora, ya no más discursos diarios y larguísimos debajo del tinglado, después del izamiento de la bandera o en la despedida.
Quiero decirles que cada uno de ustedes fueron y son muy importantes en mi vida, me han ofrecido tanto, siempre han sido tan respetuosos, atentos y cordiales.
Espero haber transmitido esperanza, buenos hábitos y valores, fortalezas para avanzar y crecer, transparencia en mi sentir.
Los llamé siempre “HIJOS INSTITUCIONALES” porque así los siento, ustedes jóvenes estudiantes, son también MI INSPIRACIÓN, espero haber estado a la altura de las circunstancias, espero se hayan sentido escuchados y haber dado respuesta, aunque a veces no era la que pretendían.
Les pido encarecidamente que hagan y que terminen la escuela secundaria, no abandonen el sistema, supérense cada día y no me dejen de saludar, visítenme cuando deseen, yo estoy aquí.
Mabel
También me despido de ustedes FAMILIAS, agradeciéndoles haberme confiado el legado más importante de sus vidas “sus HIJOS”. Los felicito porque han formado tan buenos gurises, tan buenas personitas. Ellos me han brindado energía, aprendizaje, emociones, preocupaciones, estado de alerta, ocupación, preocupación, desvelos y mucha, mucha felicidad.
Sigan luchando por la escuela secundaria a la par del hermoso grupo de trabajo (profesores, maestros, técnicos, ordenanza y demás profesionales); que el fruto sea el egreso de estudiantes como los de hoy y los de siempre.
Gracias por acompañarme en esta noble profesión que hoy con nostalgia, dejo.
Los abrazo, Mabel.